sábado, 6 de febrero de 2016

¿Por que a mi?

Testimonio: vamos a llamarle Montserrat ya que pide su anonimato.

Me intentaré explicar del mejor modo posible.

Conocí a una persona maravillosa que yo sabía que tenía un problema de alcohol y que  lo dejo durante 17 años. Cuando conocí a su familia me decían no lo dejes que beba, no le dejes que beba.  Yo lo veía normal cuando bebía, pero llego un momento que yo no veía las copas demás que se bebía.  Yo le decía tienes un problema, y el no, no, pues  ¿porque te tiemblan las manos?  No soy tonta,  ya tuve un problema con mi exmarido que era alcohólico y él me decía: no hagas caso no pasa nada.

Total que llego un momento que acepto que no era él y le pregunte si tenía un problema de alcohol y el dijo: sí pero yo me lo quito cuando quiero.  Él siempre pensaba que se lo quitaría, pero llego un momento en que comenzó a mentir con el dinero, iba a buscar tabaco y era una excusa tonta para beber, no tengo para el pan dame dinero y era una excusa para tener para el alcohol yo sabía lo que hacia y lo toleraba hasta cierto punto.

Pero  ya llego un momento tuvo problemas en el trabajo. Vino un día todo marcado se ve que le dieron una paliza y no me lo quiso decir. Su explicación fue: Me he caído y ya sabes que estoy operado de la espalda.  Pero iba bastante bebido.  Total no quisimos darle más importancia, y decidimos llevarlo unos días fuera de vacaciones. Estuvo 8 meses sin probar el alcohol sin tratamiento ni nada lo paso muy mal lo pasamos todos muy mal con él las 24 horas sin dejarlo un momento hasta que hace poco nos dimos cuenta que todo son excusas he perdido dinero no me han pagado esto.  Nos pareció raro y  preguntamos a la empresa y nos dijeron que no le debían nada. Hace unos días me decía que tenía que devolver 500 € a X personas que si no lo matarían y cuando le preguntamos si estaba metido en algún problema nos dijo: no,  no lo puedo contar solamente tengo que ir yo y a lo mejor hoy os avisan que me han matado.



Ya claro tuve que avisar a la familia, su madre vino corriendo porque esto le afectaba mucho y no sabíamos en que problema se había mentido porque sabía mentir muy bien nos dijo que una gente de raza gitana la habían regalado dinero pero que lo tendría que devolver.  Su madre saco dinero no sé de dónde pero le dio el dinero y vino muy contento muy contento ya me quitado un problema, ya me quitado un problema, y cuál fue nuestra sorpresa que no debía nada:  el dinero seguía ahí lo tenía escondido.

Este fin de semana llego cargadito cargadito y en plan chulo, entonces le dije vas a dejar una vez el alcohol que no te hace nada bien nos estás destrozando nuestra vida y más la tuya pero te estas hundiendo. Él dijo: que no, que no, que yo me lo quito cuando quiera.

Bueno total que conseguimos que se pusiera  en tratamiento y decide ir a su gran médico que lo ha ayudado varias veces y le da el medicamento de forma ambulatoria.  El firma que sí que voluntariamente lo va a hacer pero con una persona las 24 horas con él.   Decidimos que se quede su madre por el día que como no trabaja tiene más tiempo y yo cuando no trabajo.  Al tercer día de tomar los medicamentos estaba  muy mal, muy mal yo jamás había visto una persona así y sentí con toda mi alma lo que estaba pasando.

A los tres días se sentía encerrado, como si estuviera en la cárcel y nos pedía que lo dejáramos bajar a la calle, que por que teníamos que ir con él a todas partes, que no iba hacer nada malo, que quería que le diera el aire, que quería ver el sol. Nosotros le decíamos que el médico dijo que debía ir  siempre acompañado y ya aprovechaba cuando nos íbamos a dormir para bajar a tomarse unas copitas incluso tomado el tratamiento y habiéndole avisado las consecuencias que podía tener tomar alcohol con ese tratamiento, que podía marearse y caer o incluso peor pero seguía mintiendo:  yo he ido a por tabaco. ¿Tabaco? pero ¡¡¡¡si tienes lo tienes ahí!!!!     Es que tenía poco.  Ya  llego un momento en que se alteró mucho y le dijo que su madre se fuera que le molestamos todos, que él seguiría lo que le quedaba de proceso esa noche.

Su madre me dice a mí: me voy porque me encuentro mal,  no quiero estar aquí como si lo estuviera observando las 24 horas, que su hijo le está machacando para que se vaya.  Le digo que no se preocupe, ya me ocupo yo aunque trabaje y  decidimos darle un margen para que confía en nosotras, que no lo vamos a estar vigilando las 24 horas. Me voy a trabajar de noche lo dejo solo le digo estás pastillas te las tomas ahora. Tranquila no os preocupéis que yo lo voy a conseguir y voy a ser una persona nueva.

Cuál es mi  sorpresa cuando vuelvo a las 6 de la mañana de trabajar y  no estaba en casa.  Me lo encontré en la calle pero bien bebidito, subimos a casa y me encontré la nevera llena de cervezas,  las pastillas sin tomar y el que me decía que  quería celebrar que iba a ser un hombre bueno, realmente decente. Le pegue la bronca y le dije que si no era capaz que no lo empezara pero por lo menos que valorará más su vida y la vida de los demás que estamos ahí luchando día a día y que nos estamos dejando la piel en médicos y lo que haga falta cambiando los horarios de trabajo o cambiándolo todo, todo, todo, por qué a mí, a mí me ha destruido como persona.

Todo lo que más me duele es que nos ha mentido en todo: con los medicamentos con el dinero y con todo.  Al poco me dice: me vais a ver poco por porque mira lo que he hecho.  Se había tomado todas las pastillas y otro medicamento en un intento de suicidio.  Otro día si no me olvido la llaves y subo se había cortado las venas.  Es una mala persona que teniendo una familia maravillosa que lo ha cuidado y ha estado con él en los peores momentos  juega con nuestros sentimientos.

Yo ya no puedo más.   Ahora dice que no quiere ver a nadie que nos está haciendo daño y que se tiene que perdonar.
Me ha perdido a mí, va a perder su trabajo lo va a perder todo.        


viernes, 5 de febrero de 2016

Bienvenidos


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Noticias publicadas

Recomiendan no beber alcohol a todas las mujeres en edad fértil que no usen anticonceptivos.


Es una recomendación de los CDC (Centros para el control y la Prevención de Enfermedades) de los Estados Unidos para evitar el riesgo de dar a luz a bebés afectados por las secuelas del alcohol.
Los efectos del alcohol durante el embarazo son irreversibles, de ahí la recomendación de "ni una gota", incluso sugieren evitarlo antes de quedar embarazada, pero lo llamativo de la advertencia de evitar el consumo de alcohol es que va dirigida a todas las mujeres en edad fértil que no usen anticonceptivos, incluso antes de saber que están embarazadas.

De acuerdo a un informe publicado por los CDC, 3.3 millones de mujeres entre los 15 y 44 años tienen riesgo de exponer a su bebé en gestación al alcohol porque beben, son sexualmente activas y no usan métodos anticonceptivos para prevenir el embarazo.
Y tres de cada cuatro mujeres que desean quedar embarazadas no abandonan la bebida cuando dejan de usar anticonceptivos.
"El alcohol puede dañar de forma permanente a un bebé que se desarrolla antes de que una mujer sepa que está embarazada", apuntó durante una conferencia de prensa la Dr. Anne Schuchat, subdirectora principal de los CDC.
"Pensamos que entre el 2 y el 5 por ciento de los niños pueden tener un trastorno del espectro alcohólico fetal", comentó. "Creemos que hasta el 5 por ciento de los niños estadounidenses en edad escolar podrían sufrir de un trastorno del espectro alcohólico fetal".
Los trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF) son la principal causa de retraso mental prevenible. El consumo de alcohol durante el embarazo, aunque sea en las primeras semanas y antes de que la mujer sepa que está embarazada, puede causar discapacidades físicas, del comportamiento e intelectuales que pueden durar toda la vida del niño.
No hay una cantidad segura de alcohol
A pesar de que algunos estudios señalan cantidades mínimas seguras a beber durante el embarazo ("Total, es una copita"), las autoridades médicas se resisten a marcar ninguna cantidad "segura" de consumo de alcohol durante el embarazo. Lo que sí se sabe con certeza es que el consumo de alcohol parece ser más dañino durante los primeros tres meses del embarazo; sin embargo, tomar alcohol en cualquier momento del embarazo puede ser perjudicial.
Como no existe una cantidad segura de alcohol, porque cada organismo es diferente y es variable de una mujer a otra, la recomendación generalizada ante un daño real para el feto, es evitar por completo el consumo de alcohol, antes y durante el embarazo.
Por eso la recomendación de que todas las mujeres en edad fértil que pudieran quedar embarazadas por no utilizar anticonceptivos dejen de lado el alcohol, ya que alrededor de la mitad de los embarazos son no planeados. La mujer suele enterarse del embarazo a las cinco o seis semanas, una etapa en la que los efectos del alcohol podrían atravesar la placenta y afectar al feto sin siquiera saberlo.

Una recomendación polémica

Desde luego, esa recomendación de sobriedad indefinida no ha caído del todo bien entre las mujeres de los Estados Unidos, quienes acusaron a los científicos de ser “puritanos” y de estar muy fuera de sintonía con la forma en que muchas personas pre-embarazadas viven sus vidas.
Pese a estas quejas, otras asociaciones como el Colegio Norteamericano de Obstetras y Ginecólogos aplaudieron esta recomendación, ya que consideran es una manera de prevenir que los fetos sean expuestos a cantidades de alcohol que pudieran resultar dañinas en su desarrollo.
¿A tí qué te parece? ¿Es una recomendación exagerada? ¿Estarías dispuesta a dejar el alcohol para evitar riesgos en un posible embarazo?

lunes, 1 de febrero de 2016

Estudio Lundbeck sobre el consumo de alcohol

Los españoles beben más alcohol de lo que creen y, además, no tienen conciencia de riesgo en torno al consumo de alcohol, tal y como pone de manifiesto el I Estudio Lundbeck: “Percepción y Conocimiento del Alcoholismo en España”, realizado por Madison, Market Research, sobre una muestra de 4.250 españoles de 18 a 65 años. Según se desprende de los datos obtenidos, el 17% de la población española realiza un consumo de alcohol de riesgo, según el consumo declarado. Sin embargo, sólo el 1,3% de los españoles percibe su consumo como alto o muy alto, mientras que el 57% lo considera bajo o muy bajo, reflejándose una distorsión entre el consumo real de alcohol y la percepción que se tiene sobre el propio consumo.
Para el doctor Antoni Gual, jefe de la Unidad de Alcohología del Hospital Clínic de Barcelona, “el bebedor tiene poca conciencia de los riesgos que asume. Siempre piensa que bebe menos de lo que realmente bebe, y asume riesgos para su salud mayores de lo que cree. Ese fenómeno es conocido en la práctica clínica y lo definimos como mentalidad de usuario. Conforme se desarrolla la adicción, el alcohol se convierte en algo más importante para el bebedor, y necesita encontrar argumentos que justifiquen su elevado consumo: en esa línea, siempre tiende a sobrevalorar los efectos positivos, e infravalorar los negativos”.
Según el estudio de opinión presentado hoy, cerca de uno de cada cuatro españoles (23,5%) consume alcohol más de una vez a la semana. De ellos, el 13,3% lo hace de dos a tres veces a la semana y el 10,2% cuatro o más veces a la semana. Entre quienes afirman consumir bebidas alcohólicas alguna vez (77,6% de la población), el 71,6% toma una o dos bebidas un día de consumo normal, mientras que el 21,9% declara consumir tres o cuatro y cerca del 4%, cinco o seis bebidas en un día de consumo normal. Además, el 10,6% de los consumidores de alcohol reconoce tomar seis o más bebidas alcohólicas en una sola ocasión de consumo al menos una vez al mes.

Alcoholismo, una enfermedad del Sistema Nervioso Central sobre la que pesa el estigma del “vicio”

El alcoholismo en una enfermedad del sistema nervioso central que se puede diagnosticar y tratar. De hecho, entre todas las enfermedades adictivas es la que tiene mejor respuesta al tratamiento. Sin embargo, la mayoría de personas que padece la enfermedad no ha seguido nunca un tratamiento especializado. Según el I Estudio Lundbeck: “Percepción y Conocimiento del Alcoholismo en España”, el 33,7% de los encuestados asocia el alcoholismo con una enfermedad que empieza por un vicio, un 32,3% cree que se trata de una adicción y el 30,7% que es una enfermedad. Los que consideran que el alcoholismo es un vicio representan el 12,4% del total

¿Cuándo el consumo diario de alcohol representa un riesgo para la salud?

Casi el 31% de los españoles considera admisible una cantidad diaria de alcohol que ya es de riesgo, situándola entre 5-6 UBE o más de 6 UBE (Unidades de Bebida Estándar). El valor de la UBE puede variar según el país. En España se considera que 1 UBE equivale a 10 gramos de alcohol puro. Una copa/vaso/caña de cerveza/vino/sidra/champán/cava equivale a 1 UBE, al igual que un chupito de licor, mientras que una copa/combinado cubata de whisky/ron/coñac/brandy/vodka/ginebra equivale a 2 UBEs. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de riesgo se sitúa entre los 40-60 gramos de alcohol puro al día en el caso de los hombres (4-6 UBEs), y en 20-40 gramos en las mujeres (2-4 UBEs). Superados esos 60 o 40 gramos al día (6-4 UBEs) respectivamente, el consumo puede ser perjudicial, es decir, tiene efectos sobre la salud física y/o mental, y puede derivar en dependencia. En el caso del consumo de riesgo ocasional la OMS lo cifra en más de 50 gramos de consumo (5 UBEs), en una sola ocasión, para hombres y 40 gramos para mujeres (4 UBEs). El alcohol produce la muerte de uno de cada siete hombres y una de cada trece mujeres en Europa –siendo responsable del 3,6% de los fallecimientos en nuestro país- y se relaciona con el riesgo de desarrollar más de 200 enfermedades, según el último informe de la OMS sobre la situación mundial del alcohol y la salud en 2014.

Alcohol, causa de accidentes y problemas en el entorno familiar, laboral y social

Los españoles se muestran de acuerdo a la hora de admitir los efectos perjudiciales que puede provocar el consumo abusivo de alcohol, especialmente accidentes (92% de los encuestados así lo cree), problemas en el entorno familiar (85,1%) y laboral (83%), seguidos de problemas de salud mental (79,6%), salud física (78,2%) y en el entorno social (71,6%).
Como explica el doctor José Ángel Arbesú, coordinador del área de Neurociencias de SEMERGEN, “los encuestados con niveles de consumo de mayor riesgo muestran menor acuerdo con las consecuencias negativas que puede tener el consumo abusivo de alcohol para la salud física, mental y las generadas para la vida  social, familiar, laboral y accidentes de todo tipo, por lo que urge priorizar la detección precoz del consumidor de riesgo en los centros sanitarios e implementar programas informativos-colaborativos en centros escolares y población en general acerca del consumo de riesgo y nocivo del alcohol  para los ciudadanos”.
Más del 58% de los encuestados considera que el consumo de alcohol no tiene efectos beneficiosos para la salud, mientras que un 36,9% cree que puede tener efectos beneficiosos para la salud sólo si se trata de un consumo moderado. Cuanto mayor es el nivel de consumo de alcohol, más frecuente es considerar que el alcohol tiene efectos beneficiosos para la salud. Así lo cree el 5,8% de la población con consumo de riesgo y el 48% de esa misma población de riesgo siempre que se trate de un consumo moderado.

La atención primaria, puerta de acceso para el diagnóstico, tratamiento y derivación del paciente con alcoholismo

Hasta el 17,2% de la población española indica que en su entorno tiene alguna persona que padece o está en riesgo de sufrir alcoholismo. La mayoría de los españoles (31,5%) opina que en caso de conocer un caso de alcoholismo acudiría al médico de familia, en segundo lugar a una asociación de alcohólicos (28,5%) y, en tercero, a un centro de adicciones (19,3%), pero todavía el 6,4% no sabe a quién debería acudir. El 56,9% de los encuestados asegura que su médico de familia/enfermera le ha preguntado alguna vez sobre su consumo de alcohol y el 65% de la población española considera que el médico de familia es un profesional adecuado para abordar los problemas de alcohol. De ellos, el 35,2% lo cree así porque puede derivar a un profesional más especializado, el 44,9% por su competencia profesional y el 16,7% por su mayor accesibilidad.
Como pone de manifiesto el doctor José Zarco, coordinador del grupo de intervención en drogas de SemFYC, “la mayoría de los encuestados considera al médico de familia como  el profesional  idóneo  para atender los problemas relacionados con el consumo de alcohol, no sólo por su accesibilidad, sino también por su capacitación profesional y capacidad de gestionar recursos”. El Profesor Julio Bobes, presidente de Socidrogalcohol concluye: “el estudio realizado indica que el abuso y adicción al alcohol sigue siendo, junto con el consumo de tabaco, la adicción más prevalente que invade a nuestro país y, por lo tanto, un problema de salud pública de primer rango. Además, se confirma que en las diferentes etapas de la vida existe una clara subestimación de los riesgos que conlleva el abuso y adicción al alcohol, por lo que es necesario informar y facilitar los accesos a las intervenciones preventivas y a los distintos tratamientos”.
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