REALIDAD ENFOCADA
Según estudios, un 33% de los adolescentes que participaron
en los mismos a lo largo de 2015, consumía alcohol de forma continua, la edad
media de inicio en el consumo de esta sustancia se sitúa en los 14 años. Datos,
que nos deben llevar a poner en marcha medidas destinadas a sensibilizar,
informar, prevenir y evitar el consumo de alcohol a estas edades. El 71% de los
estudiantes manifestaron haber consumido alcohol en el último año y un 30%
haber cogido una borrachera alguna vez en el último mes.
Este consumo, se está
extendido ya entre las mujeres, aunque los hombres que consumen alcohol lo
hacen con mayor intensidad (frecuencia o cantidad) que las mujeres.
Este consumo se realiza principalmente en el fin de semana y
durante la noche, en grupo y en espacios o lugares públicos.
Es el tortuoso despertar después de una noche corta sin apenas sueño. La
memoria falla y presenta agujeros como un queso gruyere. La sensación es la de
no estar ni cansado ni espabilado, y en la cabeza resuena un latido sordo. El
pijama está sudado y la fiesta que hay en estos momentos en el estómago
confirma, que la de ayer, igual se fue un poco de las manos. Algo pincha en el
costado y con una pesadez plomiza, a duras penas, uno atina a dar el primer
sorbo de agua con extremada precaución.
La ducha sienta bien, pero no es suficiente para anular los efectos secundarios de un trance que viene precedido por una noche en la que la mirada se fue a la copa con demasiada frecuencia. No pocas veces, sobre todo entre los jóvenes, mañanas de Ibuprofeno como la descrita, vienen precedidas de un fenómeno que, en España, está tan correlacionado con la sociedad de la diversión como la ingesta propia de alcohol. Sólo que en este caso, se trata de su versión más juvenil y callejera: el botellón.
La ducha sienta bien, pero no es suficiente para anular los efectos secundarios de un trance que viene precedido por una noche en la que la mirada se fue a la copa con demasiada frecuencia. No pocas veces, sobre todo entre los jóvenes, mañanas de Ibuprofeno como la descrita, vienen precedidas de un fenómeno que, en España, está tan correlacionado con la sociedad de la diversión como la ingesta propia de alcohol. Sólo que en este caso, se trata de su versión más juvenil y callejera: el botellón.
´botellódromos´ por cierto el de Málaga echa el cierre.